
Virgen Lasaliana,
Sevilla quiere que no haya demora,
para verla más cercana.
Madre de Amor,
y en tus manos Rosa de Pasión,
que un Ángel anuncia con clamor,
una dulce Resurrección.
Para qué el bordado,
para qué el hilo de oro,
si solo con verte embobado,
no se ve una lágrima en tu ojo.
Virgen de La Salle,
Virgen sencilla,
quiero que se calle
y mire a la Virgen de Sevilla.

Por Sevilla va mi Cristo,
andando de costero a costero,
es de noche y nadie lo ha visto
andar con sus costaleros.
Por Sevilla va caminando
como otro de sus blancos nazarenos,
y sale proclamando,
toda la fe del cristiano.
Fe de vida,
fe de adoración,
y con su Aurora bendita,
Fe de Resurrección.

Todo sucedió al tercer día.
La Aurora de la mañana se levanta
y en la tumba nadie yacía.
Sólo estaba la Sábana, ahora Santa,
que tu cuerpo protegía,
mientras un pajarillo canta.
El tercer día ha amanecido,
aquí acaba tu Pasión
porque ya estaba escrito.
Como escrito queda esta pequeña exaltación,
que proclama con palmas y pitos,
tu Romántica Resurrección.
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